La población tiene un atractivo especial a partir del sugestivo nombre que
lleva: Doncello, pero no es solamente su nombre, sino su pequeña
historia enraizada en la misma selva, como que allí se produjo a manera
de un embrionaje sencillo, la unión natural de un Colono y una Indígena
Huitoto, Jorge Abel Molina un Colono se unió a María una Huitoto y entre
los dos construyeron su casa y su chagra. El esfuerzo de esta pareja
ejemplar, logró interesar a otros colonos que en poco tiempo no
solamente hicieron sus viviendas sino que levantaron una casa mas, La
Escuela. Así nació el deslumbrante poblado de El Doncello que hoy
ostenta la bandera de la prosperidad representada en una fuerte
Economía: excelentes ganaderías, agricultura pujante y comercio
estable. Como los fundadores del Doncello además de Molina, se cuentan:
Daniel Claros, Ricardo España, Jesús Collazos, Rufino Quichoya, Calixto
Morales y Carlos Polanco, poco a poco surgieron otros caseríos apoyados
en la pujanza de El Doncello y así vemos florecer a Río Negro, Puerto
Manrique y Maguaré, esta última población iniciada por la Caja Agraria
que en 1950, propició una Colonización. Bañan al Municipio las aguas de
El Doncello y el Anayá, y las quebradas Granada, Anayacito, Quebradón,
San José y Nemal. En el oriente del municipio se encuentra la laguna de
Río Negro, precioso sitio muy visitado por el turismo del interior del
país.
La
Colonización del Norte Caqueteño exigió la fundación de un pueblo
intermedio entre Florencia y Puerto Rico que brindara descanso y
aprovisionamiento. Las tierras más indicadas eran las de Jorge Abel
Molina y Rufino Quichoya.
Analizadas
las múltiples posibilidades, el 20 Marzo de 1951, durante la
pernoctación en casa de Jorge Abel Molina, de Jesús González y Juan
Vicente Aguirre Ortiz y frente a la propuesta de este último, se decidió
levantar el caserío; para esto Jorge Abel Molina donó un lote destinado
a la plaza y otro para la escuela.